¡Bienvenido a nuestra Sección para Compradores!

Sí,  ¡genial por este gran paso!… Ha llegado el momento de dejar de alquilar, o bien, se está agrandando la familia. También puede ser que estés acá porque los niños han crecido y necesitás achicarte, es normal. Lo que importa acá es que tenés una necesidad, y esa necesidad la resolverás adquiriendo un inmueble.

Desde esta situación, debemos pararnos en la siguiente premisa:

Comprar un inmueble es una decisión emocional.

“¿Cómo? ¡Si cada día estoy más apretado en mi casa!”. Exactamente, lo que te hace comprar una casa más grande, no es el tamaño de tu casa, es tu sensación de estar apretado. Y mientras más apretado te sientas, más urgido estarás por comprar, al punto de comprar cualquier cosa más grande. Lo que importa es entender que emocionalmente compramos, y luego que hicimos la compra, la justificamos racionalmente, incluso cuando sea injustificable. O acaso no te pasó eso cuando viste la TV de 55 pulgadas, cuando aún la de 32 pulgadas funciona, y bastante bien. Sí, claro, la de 55″ es Smart, la de 32″ necesita un adaptador para hacerla Smart, pero vos decidiste comprar la de 55″ antes que el adaptador. No es que me haya pasado personalmente, ¿o sí?

No perdamos el foco: compramos emocionalmente. Por ello es importante definir el “para qué” hago la compra, y en lo posible escribirlo. Este para qué debe ser fuerte, te sugiero que lo compartas con tu círculo cercano. Debe ser “a prueba de balas”, es lo que te centrará en eje al momento que la emocionalidad aparezca. Muchas veces, esta idea se formula junto con un corredor inmobiliario, o un agente representante de compradores. ¡Eureka si has encontrado un buen agente!

Una vez que definas este para qué, debemos ser realistas. Debemos darle forma y presupuesto.

Sí señor, sí señora, sí señorita, debemos presupuestar nuestros sueños.

Todos queremos vivir en el Palacio de Buckingham, pero sólo la Reina de Inglaterra puede hacerlo. Se puede empezar a definir tipo de inmueble, zona y precio. Es importante que tu agente sepa sobre tu presupuesto, no para ofrecerte inmuebles hasta ese tope, sino para que juntos optimicen el tiempo de búsqueda, y que sepa decirte si tus deseos están acordes a tu bolsillo.

Tu agente te ofrecerá opciones en función a tu búsqueda. No salgas a ver como loco, eliminá opciones para salir a ver.

Comprar un inmueble no es un proceso de selección, sino que es un proceso de eliminación.

La casa de tus sueños no existe más que en tu cabeza, tenelo en cuenta. ¿Por qué tantas pálidas antes de empezas? Porque la experiencia nos dice que la mayoría de los compradores tienen el dinero pero no pueden comprar porque no tienen la idea clara. Cuando elimines de esta alternativa inicial, animate a salir a ver 3 a 5 inmuebles, y fijate qué te parecen. Si no estás acertando, redefiní tu búsqueda. Quizá no puedas expresar correctamente lo que buscás, o quizá no es lo suficientemente claro. Transmitile esto todo el tiempo a tu agente, él sabrá que hacer ante estas situaciones.

Cuando salgas a ver, llevá la lista y las hojas de visita de los inmuebles. Así no olvidás qué inmuebles viste y cuales te gustaron. Cuando vayas a ver el inmueble sexto en la lista, te vas a olvidar si el ventanal que más te gusto, era del inmueble segundo o quinto, aunque en realidad era del tercero. Anotá estos detalles, y date un momento con tu agente para hacer un repaso. Un proceso de búsqueda, en promedio ve entre 6 a 12 inmuebles para lograr la decisión.

  • Si lo hiciste antes, buenísimo. Se nota que tu motivación era real, y aprovechaste lo más valioso que tenés: tu tiempo.
  • Si llevás más de 12 propiedades y ninguna te satisface, es posible que no estés lo suficiente maduro para hacer la compra. Quizá sea importante frenar unos meses, y retomar la búsqueda desde otra perspectiva.

Es claro que, en algún momento, llegará el indicado (el inmueble, claro). Cuando esto suceda, prepará a tu agente para hacer una reserva. Es importante que tu agente, al momento de ayudarte a hacer la reserva, te ayude solicitando los títulos, planos y documentos legales para que estés tranquilo. Te dejamos este artículo que será interesante que veas sobre qué debe tener un propietario para vender: Check List de Requisitos: ¿Qué documentación necesito al momento de poner mi propiedad a la venta?

Esta reserva dará inicio a una negociación. El vendedor pedirá más por su propiedad, y vos ofrecerás menos. ¿Está bien que eso pase? Sí, es muy normal. Pensemos en tus intereses y en los intereses del vendedor: claramente son opuestos. Mientras vos querrás negociar el precio para pagar un poco menos, el vendedor siempre querrá un poco más. No lo tomes a personal, es una transacción emocional, tanto para vos comprador como para el vendedor. Lo que interesa, es que no perdamos el foco.

Una vez que nos pusimos de acuerdo, ahora sí podés avanzar a la escribanía. Mientras los usos y costumbres afirman que podés escoger escribano, siempre que compres al contado, es posible negociar. Lo que importa es que hagan la operación con un escribano confiable. ¡No te olvides de pedir presupuestos antes!

Cuando hagas una compra inmobiliaria, tené en cuenta que según la legislación del lugar donde comprás, deberás pagar o no una comisión u honorarios inmobiliarios a tu agente. Antes de llegar al cierre, pactá con tu agente los honorarios para que no surjan inconvenientes al momento de cerrar la operación. Si este acuerdo comisiones se logra, sería importante que celebren un contrato de representación o similar para llevar adelante la operación. Contar con un profesional para una inversión de esta envergadura siempre es recomendable. Puede ser que sea una de las pocas veces, si no es la única vez, que adquieras un inmueble.

Comprá con el corazón, dejale a tu agente inmobiliario que él te de las razones.

Briant Gauna, Broker en G30 Studio Inmobiliario